No importa cuánto intentemos proteger a nuestros hijos de las situaciones difíciles de la vida, la verdad es que a veces suceden cosas malas. Estos son algunos consejos sobre cómo tener conversaciones difíciles con su hijo, según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA).
- Práctica
- Hacer preguntas
- Escuchar
- Decir la verdad
- Brindar tranquilidad
- Buscar ayuda profesional
Práctica
Es importante ser quien inicia la conversación. Esto le permite a su hijo saber que usted es una fuente de apoyo. Pero, ¡asegúrate de prepararte de antemano! Practica la conversación en tu cabeza o frente a un espejo. Piense en las formas en que podría continuar la conversación o en las preguntas que su hijo podría hacer. Asegúrese de usar un lenguaje apropiado para la edad de su hijo.
Hacer preguntas
Antes de comenzar la conversación, trate de encontrar un lugar tranquilo para que usted y su hijo hablen. Este debe ser un lugar con distracciones mínimas y donde su hijo se sienta cómodo.
Una vez que esté en un lugar tranquilo, haga preguntas. Preguntas como “¿Qué escuchaste sobre esto?” le ayudará a descubrir lo que sabe su hijo y le dará una idea de cómo abordar la situación. También puede hacer preguntas como “¿Cómo te hizo sentir eso?” Esto le mostrará a su hijo que él o ella está en un espacio seguro para hablar libremente.
Escuchar
¡Después de cada pregunta, escuche! Asegúrese de escuchar activamente sin interrumpir o corregir a su hijo. Escuchar y permitir que su hijo hable abiertamente sobre el tema ayuda a generar confianza con su hijo.
Decir la verdad
No importa cuán difícil sea el tema o cuánto quiera proteger a su hijo de las cosas malas, diga la verdad. Está bien no tener todas las respuestas. Si no tiene una respuesta a una pregunta como “¿Por qué la gente hace cosas así?” está bien decir: “No lo sé”. Sé honesto con su hijo.
Brindar tranquilidad
Por supuesto, queremos proteger a nuestros hijos de cualquier cosa que pueda hacerles daño, pero es posible que no siempre podamos hacerlo. Sin embargo, tranquilice a su hijo de una manera honesta. Hágales saber que hará todo lo posible para mantenerlos seguros. Asegúreles que pueden venir y hablar con usted sobre cualquier cosa que les preocupe o les moleste. Hágales saber a sus hijos que usted es su sistema de apoyo.
Buscar ayuda profesional
Si su hijo continúa mostrando signos de estrés, ansiedad o agresión, es importante que busque ayuda profesional. Hay varias organizaciones sin fines de lucro en el sur de Los Ángeles que ofrecen asistencia gratuita o de bajo costo.
Puede encontrar una lista de recursos gratuitos de salud mental para niños en Los Ángeles aquí.